Resumen general
En las últimas décadas Guinea Ecuatorial ha sido uno de los países del mundo con mayor crecimiento económico, pasando de figurar entre las naciones más pobres del planeta a finales de la década de 1970, a posicionarse entre las que disfrutan de una de las rentas per cápita más altas, con sus ciudades, equipamientos e infraestructuras reconstruidos y totalmente modernizados.
El descubrimiento y explotación de hidrocarburos, junto con la estabilidad política y la paz que se vive en Guinea Ecuatorial, han permitido la reconstrucción completa de la nación, así como la creación de numerosas empresas y la llegada de compañías y profesionales procedentes de todo el mundo.
En los últimos años, la crisis de los precios del petróleo, junto con la depresión ocasionada por la pandemia mundial del COVID-19, han afectado también a la economía del país. Sin embargo, los datos del primer trimestre del año 2022 muestran síntomas de recuperación, con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en más de un 10%.
Hoy en día, el principal sector productivo es la explotación de los hidrocarburos; sin embargo, la nación cuenta con una enorme riqueza de recursos naturales que permanecen sin explotar plenamente.
Los datos de la evolución de Guinea Ecuatorial, desde el descubrimiento y explotación del petróleo, resultan asombrosos: por ejemplo, el PIB -que apenas era de unos 40.000 millones de francos CFA en 1991- se multiplicó en un 255% en cinco años, pasando a ser de 142.000 millones en 1996. En el año 2013, el FMI consideró a Guinea Ecuatorial como una de las economías de mayor crecimiento y le otorgó el primer puesto en el apartado de “mayor aumento de la inversión”, junto a los de “menor deuda, crecimiento más veloz, y mayor ingreso per cápita”.
En esta fase, el Gobierno inició una completa reestructuración económica, que fue previamente diseñada en la Primera Conferencia Económica Nacional de 1997, donde se dio prioridad a la reconstrucción de toda la nación y al desarrollo de infraestructuras que facilitasen la comunicación entre los distintos territorios, así como el posterior desarrollo económico y productivo.
Por ello, durante las siguientes décadas, el aspecto de nuestras ciudades y pueblos varió por completo, con la construcción de todo tipo de enclaves de comunicación: modernas carreteras y autopistas, puertos y aeropuertos, así como todo tipo de edificios públicos, viviendas sociales, factorías, equipamientos, hospitales o instituciones. De hecho, el 90% de los edificios de Guinea Ecuatorial no tienen más de 20-30 años.
Además, el Gobierno también ha reconstruido y reorganizado los antiguos poblados de las zonas interiores, con la creación de nuevos distritos urbanos que han reubicado a los habitantes rurales, y que han acercado las administraciones y los servicios locales a esta población.
La reconstrucción de Guinea Ecuatorial es un hecho único en todo África, y posiblemente, en el mundo.
El sector primario es la principal fuente de riqueza de Guinea Ecuatorial y, más concretamente, el de los hidrocarburos, con la explotación y exportación de petróleo y gas. Según el Instituto Nacional de Estadística de Guinea Ecuatorial (INEGE), la producción de hidrocarburos en el primer trimestre de 2022 fue de 27,1 millones de Barriles Equivalentes de Petróleo (BEP), un 35,1% más que el nivel de producción obtenida en el trimestre anterior (20 millones de BEP). Existen probadas e importantes reservas de petróleo para los próximos años, y siguen descubriéndose nuevos yacimientos de petróleo y gas.
Pero, además, nuestro país mantiene una gran reserva de recursos naturales que todavía no han sido explotados suficientemente. Entre ellos, gran cantidad de territorio verde de enormísima fertilidad, que podría ser trabajado para producción agrícola; o la amplísima superficie de zona marítima donde apenas se practica la pesca; o sus paisajes selváticos indómitos, con maravillosas playas tropicales y vírgenes, que podrían atraer a turistas de todo el mundo.
Por todo ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) –organización que trabaja con el Gobierno hace décadas- y otros especialistas, subrayan la importancia de impulsar la diversificación económica, con la explotación de estos y otros ámbitos para reducir la dependencia económica de los hidrocarburos. Nuestro Gobierno ha emprendido una importante campaña para buscar inversores que ayuden a explotar, y por tanto, a rentabilizar estas áreas económicas, con importantes medidas destinadas a crear un ambiente favorable para la inversión.
Uno de los principales problemas para el desarrollo económico de Guinea Ecuatorial ha sido la falta de formación profesional de la población. La economía básica de nuestra nación, hasta la llegada del petróleo, era totalmente primaria y la subsistencia se basaba principalmente en pequeños cultivos familiares, junto con la caza y la pesca. La gran mayoría de los ciudadanos carecían de estudios superiores, ya que la primera universidad de nuestro país no se abrió hasta el año 1995. Por ello, los escasos técnicos con carreras se habían formado en otros países, gracias a la cooperación internacional.
El Gobierno ha tenido que lidiar con este reto, acelerando la profesionalización de la sociedad para garantizar el trabajo de la población general. Es por ello que en las últimas décadas se han creado docenas de miles de empleos públicos en ministerios, instituciones públicas o empresas nacionales de distintos ámbitos, que han conseguido que los ingresos del petróleo se repartan en buena parte de las familias del país. La reconstrucción nacional igualmente ha desarrollado una importante economía privada, con el auge de las ciudades y la apertura de miles de empresas y negocios de todos los tipos.
De esta manera, en los últimos años, los ciudadanos de Guinea Ecuatorial han pasado de un tipo de vida de subsistencia familiar, primaria, y de autoabastecimiento en sus poblados originarios de la selva, a convertirse en profesionales de muy distintos tipos, en las ciudades. Miles de personas han emigrado a las grandes urbes, para incorporarse al mercado laboral como funcionarios, empleados, comerciantes, vendedores, peluqueros, taxistas, camareros o sanitarios, por ejemplo. Además, gracias al impulso en la educación profesional, nuevas generaciones ya cuentan con titulados en muy distintos ámbitos y sectores.
Guinea Ecuatorial mantiene un sistema de seguridad que incluye la obligación de afiliarse y cotizar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSESO). Además, el Gobierno estimula la contratación de trabajadores nacionales con cuotas mínimas obligatorias en las plantillas
Un país bien equipado
Gracias a la reconstrucción de prácticamente toda la nación, Guinea Ecuatorial ofrece una de las más modernas infraestructuras para las conexiones nacionales e internacionales. Nuestro país cuenta con varios aeropuertos en Malabo (Isla de Bioko), Bata y Mongomeyen (zona continental) y en las islas de Annobón y Corisco, con vuelos de la principal compañía nacional –Ceiba- y de otras compañías tanto nacionales como internacionales.
La red de carreteras es una de las más modernas y en mejor estado de todo el continente, con autopistas y enlaces entre todos los puntos. También se han reconstruido los dos grandes puertos, el de Malabo y el de Bata. Guinea Ecuatorial es, en la actualidad, uno de los países con mayor tráfico de todo tipo de mercancías, tanto por vía marítima como aérea.
Respecto a las telecomunicaciones, el acceso a los servicios de telefonía e internet llega a prácticamente toda la población, gracias, entre otras cosas, al servicio del cable de fibra óptica ACE, que une el oeste de África con Europa. El uso de teléfono móvil e internet está extendido entre prácticamente toda la población, que también es seguidora de las principales redes sociales, canales de televisión nacionales e internacionales, etc.
Guinea Ecuatorial también ha realizado una enorme inversión para garantizar la energía eléctrica en todas las zonas, con un enorme incremento de producción gracias a la construcción de plantas de turbo gas, centrales térmicas y plantas hidroeléctricas.
Tras la celebración de la Tercera Conferencia Económica Nacional en el año 2019, se marcó la agenda para el Plan Nacional de Desarrollo 2035, cuyos objetivos principales, entre otros, son:
En los años previos, Guinea Ecuatorial ha invertido con acierto sus rentas petroleras en la dotación de infraestructuras económicas y sociales, en la promoción de la buena gobernabilidad y en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. En la actualidad, los principales retos económicos del futuro pasan por impulsar la diversificación económica productiva. Y para ello, el Gobierno trabaja con una agenda que fomenta la recepción de empresas inversoras, y que permitirán explotar todos los recursos. Una agenda que ofrece un clima atractivo para el inversor, con medidas concretas para el desarrollo empresarial.
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